El principio de mi próxima novela....
Estoy muerto.
Llevo más de 1000 días en este estado y en este lugar. Busco respuestas.
Estas son las preguntas:
¿Dónde estoy?
¿Qué me espera?
1. El encuentro
Estoy muerto.
Llevo más de 1000 días en este estado y en este lugar. Busco respuestas.
Estas son las preguntas:
¿Dónde estoy?
¿Qué me espera?
1. El encuentro
Todo empezó siete años antes, cuando Elisio García, coronel retirado del ejército de tierra entró en mi oficina, llevaba el distintivo de su grado, tres estrellas de ocho puntas paralelos en la manga de la levita, su voz era pausada y firme, al hablar movía un bigote espeso, blanco y bien arreglado, todo en él hacía percibir que estaba ante una persona de firmes propósitos y gran decisión.
-Hola, mi nombre es Elisio García, he venido aquí a buscar información, datos que creo usted me podría facilitar.
-Lo siento pero cualquier dato de la empresa es confidencial, estamos obligados como usted bien debe saber, a guardar toda la información privada y nunca comunicársela a nadie.
-Mire Jorge, dice mientras le echa una ojeada a la placa de acero inoxidable que está sobre la mesa con mi nombre, lo que quiero es hablar con usted en privado, el tema que tengo que tratar es algo que nada tiene que ver con el banco en el que trabaja. No se crea que es algo fuera de la ley, tampoco le hablo de dinero, sólo quiero que me deje que le explique lo que tengo que decirle. Estoy seguro que le resultará interesante y para nada le incomodará. Podemos quedar aquí al lado, en el club danés, le puedo esperar cuando salga, serán cinco minutos, lo que se dura en tomar un café.
Le miré pensativo. Detrás de aquella apariencia no parecía ocultarse ningún mal, nada sospechoso. Tendría unos 65 años, bien cuidado, ademanes elegantes, mucha clase. Llevaba en su mano un bastón de madera oscura con el puño en marfil que agarraba con una mano firme y senil de dedos muy largos. Qué podía perder, tomaría el café.
-Hola, mi nombre es Elisio García, he venido aquí a buscar información, datos que creo usted me podría facilitar.
-Lo siento pero cualquier dato de la empresa es confidencial, estamos obligados como usted bien debe saber, a guardar toda la información privada y nunca comunicársela a nadie.
-Mire Jorge, dice mientras le echa una ojeada a la placa de acero inoxidable que está sobre la mesa con mi nombre, lo que quiero es hablar con usted en privado, el tema que tengo que tratar es algo que nada tiene que ver con el banco en el que trabaja. No se crea que es algo fuera de la ley, tampoco le hablo de dinero, sólo quiero que me deje que le explique lo que tengo que decirle. Estoy seguro que le resultará interesante y para nada le incomodará. Podemos quedar aquí al lado, en el club danés, le puedo esperar cuando salga, serán cinco minutos, lo que se dura en tomar un café.
Le miré pensativo. Detrás de aquella apariencia no parecía ocultarse ningún mal, nada sospechoso. Tendría unos 65 años, bien cuidado, ademanes elegantes, mucha clase. Llevaba en su mano un bastón de madera oscura con el puño en marfil que agarraba con una mano firme y senil de dedos muy largos. Qué podía perder, tomaría el café.
1 comentario:
como se nota que llevas el ARTE en tus venas ..!! :P
Publicar un comentario